Si estás en camino a convertirte en un gran líder, es momento de que tomes en cuenta los siguientes mitos que debes enfrentar para convertirte en un verdadero ejemplo a seguir para los demás.
Todos cumplimos un ciclo
Está comprobado que nuestra curva de motivación y rendimiento desciende con el tiempo. Funcionamos mejor mientras una tarea nos entusiasme, y que el valor que podemos aportar a la misma organización va menguando con el tiempo.
Eres una parte vital en los resultados, pero debes pensar en todo el grupo
Tanto en los éxitos como en los fracasos, tus colaboradores y tú son los principales protagonistas. Pero no descuides al contexto, que también juega un rol preponderante en el marcador.
Nunca te sentirás suficientemente reconocido
En términos psicoanalíticos, la demanda de atención es insatisfecha por definición; no obstante, tus metas deben estar ligadas a cumplir con objetivos específicos. El reconocimiento del público vendrá después.
No harás madurar a tus colaboradores.
Un líder debe encargarse de gestionar las acciones del equipo, de acuerdo a las habilidades de cada integrante. No obstante, no puede atribuirse el rol de dar lecciones sobre el comportamiento del grupo.
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