Manejar un grupo humano, crear un ambiente productivo para todos, tomar decisiones arriesgadas, gestionar tareas y procurar realizar cada actividad con actitudes asertivas, es apenas la base de las funciones a las que se enfrenta un líder.
El primer paso para adaptarte a este estilo de vida es meditar: ¿Qué tipo de líder quiero ser realmente?, a partir de ello, podrás identificar las opciones que se adapten mejor a tu personalidad y estilo de trabajo.
Liderazgo transformacional
No todos pueden ser capaces de llegar y motivar a su equipo a que cumpla con su trabajo. No obstante, este tipo de liderazgo se centra en el factor humano como la base para la transformación de la empresa.
Liderazgo ágil
Probablemente este sea el tipo de liderazgo bajo presión, ya que este tipo de líder está bajo condiciones de cambios acelerados en la empresa y debe mantener a todos sus trabajadores cumpliendo con sus funciones con la misma efectividad.
Liderazgo transcultural
Las empresas que trabajan con profesionales de diversas partes del mundo requieren líderes que puedan gestionar de una manera adecuada las diferencias culturales. Las personas que tengan una comunicación efectiva y conciencia cultural mucho más desarrollada podrán tener más aptitudes para este tipo de liderazgo.
Liderazgo situacional
Un líder situacional tiene la capacidad de delegar, apoyar y dirigir en situaciones donde la capacidad instintiva cumpla un rol principal para discernir cuándo es mejor dirigir por consenso y cuándo es necesario tomar decisiones por cuenta propia.
Liderazgo Laissez faire
Trabajar en un espacio donde no te sientas motivado, puede ser síntoma de que el encargado del equipo no esté siendo un verdadero líder. Por ello, si crees ser una persona persuasiva y motivadora, podrás supervisar el rendimiento del equipo, mas no involucrarte directamente en los proyectos.
Medita qué tipo de liderazgo encaja con tu personalidad y ponga en práctica lo aprendido para lográndolo todo.