Los estudiantes que terminan su bachillerato tienen muchos sueños, metas y objetivos académicos y profesionales. Sin embargo, al terminar esta gran etapa en la vida de cualquier persona, son más las dudas que las certezas en la mayoría de los casos. Tienen tanta información, así como ganas de comerse el mundo, que la carrera que eligen estudiar no siempre es la correcta.

Lo primero que deberías hacer es identificar tus gustos, pasiones y aptitudes en las áreas que más te gustan y en las que mejor te desenvuelves. Es decir, si crees que no eres bueno para el dibujo, y estás seguro que es algo que no gusta, lógicamente tendrás que descartar carreras que tengan que ver con esta disciplina. Aunque, ten cuidado, cualquier carrera que estudies podría tener asignaturas de otros programas que no deseas estudiar, y tendrás que afrontar este tipo de retos académicos.

Una vez tengas claro el camino que quieres tomar, haz una lista de posibles carreras en las que creas que te adaptarás mejor. Eso sí, procura que esta lista no sea tan larga, recuerda que estamos en proceso de liberar información que tiene saturado tu cerebro.

¿Ya tienes definida tu carrera?

Si la respuesta es afirmativa, piensa muy bien si quieres, y estás en capacidad financiera, de lanzarte de una vez por una carrera profesional. Si no es así, ten en cuenta que puedes optar por iniciar un programa técnico o tecnológico que, no solo será mucho más práctico para ti, sino que durarás menos en obtener un título universitario y posiblemente te será mucho más cómodo pagar este tipo de estudios. La buena noticia con esta opción es que puedes homologar gran parte de las materias para continuar con la carrera profesional cuando lo desees. Y claro, también estarás listo más rápido para ingresar al mercado laboral.

La decisión es personal y solo tú la deberás tomar

Así es, seguramente tienes un gran apoyo de tus padres, familiares y amigos que te aconsejan a diario sobre qué estudiar, qué es lo que más te conviene y qué te conviene mejor económicamente. Pero pilas, solo tú eres el que tiene la decisión final, nadie va a estudiar por ti, nadie pasará horas estudiando en la universidad, en la biblioteca o en la casa “quemándose” las pestañas por ti.

Siempre es bueno escuchar opiniones, pero te sientas obligado a estudiar lo que tus padres o hermanos mayores estudiaron o te dicen. Recuerda que, con el paso del tiempo, las empresas, industrias y dinámicas de trabajo cambian, por lo que las carreras también deben adaptarse a este cambio. Así que, ojo, posiblemente una carrera que hace 20 años tuvo alta demanda laboral en el país y en el mundo, actualmente, o en un futuro cercano, ya no lo tenga.

¿Pero entonces qué estudiar si ya terminé el bachillerato?

Define si lo que quieres estudiar es algo técnico y práctico, o si estás dispuesto a un aprendizaje teórico práctico de 5 años en promedio. Empieza por este camino, piensa si quieres salir a trabajar o emprender en corto plazo o si tu objetivo es adquirir conocimientos académicos.

Define cuáles son fueron tus materias favoritas en el colegio y en cuáles te costaba más trabajo. Si eres bueno en matemáticas, por ejemplo, tendrás un amplio campo de opciones, desde las ingenierías hasta la arquitectura.

Ten claro tus objetivos como profesional; ¿quieres tener un salario alto como profesional o solo te interesa dedicarte a lo que más te gusta? No siempre hacer lo que más nos apasiona nos va a generar la retribución económica que esperamos. En este punto solo te diremos que, aunque no lo creas, hay muchas personas a las que tener sueldos altos no es de su interés, solo quieren dedicar su vida a trabajar en lo que más les gusta.

Ten presente tus posibilidades financieras

Estudiar una carrera profesional no siempre resulta económico, esto si se trata de una universidad privada. Ten en cuenta que hay carreras que cuestan más que otras y, además, estos valores varían según los programas académicos y servicios universitarios de cada institución.

Carreras como medicina, odontología, ingeniería de petróleos, zootecnia, entre otras, exigen un esfuerzo económico mucho más grande. Si estás en capacidad de pagar una de estas carreras, o si no tienes problemas en la financiación, adelante; lo importante es que estés seguro que eso es lo que quieres estudiar.

¿Y la universidad qué?

La institución donde estudiarás es importante. Es el lugar donde pasarás los siguientes 3 o cuatro de tu vida. Pero no solo eso, cada universidad ofrece diferentes tipos de formación, enfoques académicos y servicios universitarios. Ahora bien, ¿quieres estudiar en una pública? Recuerda que no solo deberás obtener un alto puntaje en los exámenes de Estado, también deberás presentar un examen de admisión en donde se te harán preguntas de todas las áreas, en especial las de tu carrera de interés.

Recuerda también que hoy en día el mercado académico ofrece múltiples formas de financiación, como becas completas o medias, créditos o préstamos estudiantiles.

Finalmente, lo más importante es que estudies una carrera bien sea profesional, técnica o tecnológica, que llene tus expectativas, que te ofrezca oportunidades de crecimiento académico y profesional, una en la que puedas llevar tus talentos a límites que ni siquiera tú los imaginas, pero, sobre todo, una carrera que elijas solo tú basado en tus gustos, aptitudes, conocimientos y posibilidades.