"Ocho horas para el trabajo, ocho para el sueño y ocho para la casa", fue el lema con el cual los Mártires de Chicago lucharon para conseguir mejores condiciones laborales.
Actualmente, miles de trabajadores que se encuentra en la primera línea de lucha para controlar al nuevo coronavirus, pasarán este día cumpliendo con su jornada laboral para salvar millones de vidas. En este sentido, es importante reconocer su labor y recordar por qué conmemoramos esta fecha.
A fines del siglo XIX, los empleados en los Estados Unidos tenían que cumplir agotadoras jornadas de trabajo de hasta 18 horas, condiciones de semiesclavitud y salarios miserables.
De esta manera, el 1º de mayo de 1886, más de doscientos mil trabajadores salieron a las calles para exigir la jornada de 8 horas. Esta manifestación se extendió hasta el 4 de ese mes, cuando se produjo la Revuelta de Haymarket, la cual terminó con la ejecución de un grupo de sindicalistas anarquistas, quienes fueron bautizados como los Mártires de Chicago.
Esta fecha marcó un antes y un después en la historia del movimiento obrero organizado, pues tras los acontecimientos de Chicago, las compañías fueron accediendo paulatinamente a fijar la jornada de trabajo en ocho horas.