No basta con conocer las preguntas más comunes, sino preparar las respuestas de la mejor manera que te hagan destacar por encima de los demás candidatos para ese cargo que estás aplicando. ¡Veamos cuáles son!

1. ¿Por qué quieres trabajar en esta empresa?

Si el entrevistador es directamente el que sería tu jefe directo, o el director de la empresa o algún otro directivo de la compañía, esta pregunta puede ser una de las fijas, pues esa persona trabajará contigo en algún momento y querrá saber cuáles son tus propósitos en la empresa. Para una respuesta correcta, asegúrate de estudiar muy bien la historia de la compañía, cuáles son sus valores, a qué se dedica, entre otras características. Lo importante, al final, es que respondas con propiedad para que tu entrevistador se dé cuenta de por qué deberá contratarte a ti y no a otro candidato.

2. Fortalezas y debilidades

Un clásico. Esta pregunta no solo es una de las más comunes en toda empresa o reclutadora, sino que es una de las más difíciles para los candidatos, aunque la respuesta, en el 100% de los casos, depende única y exclusivamente de tu personalidad y perfil.

En el caso de las fortalezas, sé práctico, fíjate en las cosas que más se te facilitan para realizar una actividad; pueden ser fortalezas técnicas o blandas. Por ejemplo, dentro de las técnicas están tus habilidades y conocimientos: un segundo idioma, manejo de programas informáticos, entre otros. Y para las blandas, puedes mencionar cosas como facilidad para adaptarte a un ambiente laboral intenso, manejo de grupo, puntualidad, entre otras.

En el caso de las debilidades, la mejor manera de responder es la sinceridad. Por ejemplo, si sabes que no eres bueno para el manejo de herramientas digitales, menciónalo. Eso sí, procura siempre responder que en el momento estás trabajando para mejorar esta debilidad (y así con las otras que consideres). Recuerda que esta respuesta dependerá 100 por ciento de tu conocimiento sobre ti mismo.


(Lee aquí: Fortalezas y debilidades para poner en una hoja de vida)

3. ¿Cuáles son tu aspiración salarial?

Otra de las preguntas más incómodas que pueden hacerte con altas probabilidades. Pero no te preocupes, la respuesta no tiene por qué abrumarte; en la mayoría de los casos, hoy en día, los candidatos ya saben cuánto es el salario para el cargo al que están aplicando. Y, si el sueldo que decía en la oferta es, por ejemplo, $2’500.000, atrévete a dar una cifra incluso más alta (sin abusar). Pero ojo, como estás en una entrevista, el entrevistador se fijará no solo en tus palabras, sino en tu expresión corporal. Por eso, muestra siempre una actitud conciliadora, que tu reclutador o posible jefe se dé cuenta que eres una persona que no tiene problema al negociar. Eso sí, si crees que tu trabajo no merece el sueldo que te ofrecen, no dudes en hacérselo saber.

4. ¿Por qué no estás trabajando en tu empresa anterior?

Con esta pregunta, evidentemente tu entrevistador querrá saber si fuiste despedido o renunciaste por voluntad propia, pero, sobre todo, las razones por las que lo hiciste. Así que lo importante aquí es que centres tu respuesta en aquellas en aquellas oportunidades que has estado buscando en los últimos meses y que en la compañía para la que trabajaste o trabajas actualmente y que, por supuesto, sí encuentras en el cargo y la empresa para la que actualmente estás aplicando.

5. ¿Dónde te ves en cinco años?

Para cualquier empresa, tu protección a corto y mediano plazo es importante. La empresa querrá saber si puede contar contigo para los siguientes años, pues no es fácil para un jefe tener que hacer un proceso de contratación en tan corto tiempo, no solo por factores económicos sino operacionales. Ten en cuenta que esa persona que te quiere contratar tiene un plan de trabajo establecido y, tal vez, querrá que tú sigas escalando la compañía.

6. ¿Por qué deberíamos contratarte?

Es la pregunta más específica para el cargo y empresa que estás aplicando. Tu posible empleador quiere saber qué le aportarías a la empresa, por eso es importante que resaltes todas tus habilidades, tus conocimientos, tus logros académicos y laborales, así como tu experiencia laboral (si la tienes). Pero, sobre todo, piensa una respuesta que pueda venderte como el candidato diferente a los demás, algo que solo tú puedas aportar a la compañía.

7. Un momento difícil en un anterior trabajo y cómo lo solucionaste

Nadie está exento de cometer errores en un empleo. Si embargo, esta pregunta lo que busca es saber tu capacidad de solucionar tus errores y, sobre todo, cómo te levantas ante las adversidades.


(Lee aquí: Cómo hacer una hoja de vida perfecta)

8. ¿Tienes alguna pregunta?

Una de las preguntas clave en toda entrevista de trabajo, pues, a pesar de los filtros del proceso de la vacante que estás haciendo, incluso hasta la entrevista final, posiblemente te quedará alguna duda sobre el cargo que realizarías. Así que, por nada del mundo, vayas a decir que no; siempre tenemos dudas y ese no debe ser el momento de callar. Estás en todo tu derecho de preguntar y tu entrevistador de responder. Hacer preguntas demostrarán tu interés por la empresa y el cargo, así que no te cohíbas.

Para tener en cuenta

Hay preguntas que no tendrían por qué hacerte en una entrevista de trabajo, o por lo menos, no estás en la obligación de responder, pero será tu decisión. Estas preguntas son consideradas como “prohibidas” y, hoy en día, casi ninguna empresa o reclutadora las hace. Te las mencionamos a continuación:

• ¿Cuál es tu religión?
• ¿Estás en estado de embarazo? ¿Cuántos meses tienes?
• ¿Cuál es tu orientación sexual?
• ¿Tienes alguna enfermedad terminal?
• ¿Por cuál candidato votaste para alcalde y/o presidente?

Esperamos que esta nota te sirva de gran ayuda para preparar tu próxima entrevista de trabajo. Recuerda que no hay preguntas ni respuestas fijas, pero sí hay tendencias que te ayudarán a responder con propiedad y seguridad ante tu entrevistador.

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