1. ¿A qué se dedica la empresa?

Si estás interesado en un cargo, lo normal es que también lo estés en la empresa para la que quieres aplicar. Pueda que hayas aplicado a 2 o más empresas, pero ese momento de la entrevista debes mostrar respeto, y un valor elemental es investigar información básica de la compañía: a qué se dedica, en qué sector se mueve y, en algunos casos, hasta un poco de su historia. Si haces esta pregunta podrías estar demostrando desinterés hacia el reclutador.

2. ¿Cuándo son las vacaciones y de cuántos días?

Si haces esta pregunta, de entrada, estás dando por hecho que ya te van a contratar. Pero, además de eso, es un tema que como candidato no te compete, pues no conoces la dinámica exacta de la compañía y de sus grupos de trabajo. Por ejemplo, hay empresas que cuentan con vacaciones colectivas, pero hay otras que ofrecen a sus empleados fraccionar los días de vacaciones cuando ellos lo requieran y no necesariamente deben tomarse todo el periodo legal en un solo momento. Sin embargo, si ya has firmado tu contrato, sí puedes hacer esta pregunta en el instante que creas más oportuno.

3. Odio mi trabajo actual

Por más de que quieras salir corriendo de tu actual trabajo, evita al máximo este comentario. Si lo haces, transmitirás en el reclutador que lo que pretendes es buscar una salida a tu momento de crisis y no tanto el deseo de trabajar en esa empresa donde estás haciendo el proceso de selección. Procura centrar tu respuesta en ti y no en terceros, recuerda que somos seres humanos y no tenemos por qué encajar en todos los ambientes.

4. Quiero cambiar de trabajo porque el ambiente laboral en el que estoy es pésimo

Muy similar al anterior comentario. Intenta ser prudente y estratégico en tu respuesta a la pregunta de por qué quieres cambiar de trabajo. Una respuesta acertada es que la compañía para la que trabajas actualmente no se acomodaba a tu necesidades y gustos.

5. ¿Cuáles son las oportunidades de crecimiento?

Aunque no es una pregunta incorrecta, hacerlo en plena entrevista laboral -sobre todo si es en el inicio del proceso de selección- puede llegar a causar incomodidad en tu reclutador. No te preocupes por esto, si tu trabajo es bueno, la respuesta la tendrás automáticamente más rápido de lo que crees.

6. Soy el más calificado para ese cargo

Mostrarte egocéntrico es uno de los peores errores que puedes cometer durante una entrevista de trabajo. Si te preguntan por qué la empresa debe contratarte, no respondas que eres al más calificado o que eres el mejor. Procura dar argumentos técnicos y preocúpate que en mencionar esas habilidades y competencias en las que eres bueno. Y como tip en este punto, no des respuestas cortas, este es el momento perfecto para “venderte” como un profesional competitivo, capaz e interesado en el cargo.

7. ¿Cuáles son las funciones reales que haría en la compañía?

Si bien es cierto que estás aplicando a un cargo específico y profesional, no deberías cerrarte a hacer otras funciones dentro de la compañía. Recuerda que la compañía, por encima de todo, requiere un profesional comprometido con los valores y el funcionamiento de la misma. Eso sí, no se trata de que te conviertas en un “todero”.

8. Me gustaría tener una respuesta lo más pronto posible

Aunque puedes preguntar, muy sutilmente, algo como: en cuánto tiempo podría tener respuesta sobre el proceso de selección” o “quedo muy atento a tu respuesta”, evita preguntar con todo exigente. Seguramente la empresa para la que estás presentándote te dará una respuesta lo más pronto posible, así que déjales esa respuesta a ellos.

9. Realmente necesito este trabajo

No es acertado “mendigar” por un empleo. Al usar frases como: “lo necesito”, “puedo comenzar ya mismo”, “se lo suplico”, entre otros, puedes creer que estás mostrando interés en el cargo y la empresa, pero no es así. La compañía que publicó la vacante tiene un proceso de selección que debe cumplir y no lo cerrará hasta analizar a todos los candidatos.

10. No lo sé

Esta respuesta a cualquier pregunta que te hagan en una entrevista de trabajo no solo es grosera de tu parte, sino que demostrará desinterés. Si te preparas para una entrevista laboral, siempre tendrás una respuesta para todo.

11. No tengo debilidades / Obviamente sí tengo, pero no se me ocurre ninguna en este momento

En este punto es importante que no conviertas tus defectos o debilidades en tus virtudes. Como ya lo leíste más arriba, somos seres humanos, y como tal, todos tenemos errores. Lo importante que es que reflexiones y pienses en eso que debes mejorar para llegar al éxito en tu vida profesional y laboral.

12. No tengo ninguna pregunta

¡Jamás respondas esto! Si el reclutador te hace esta pregunta, lo que querrá ver es que estás concentrado hasta el último momento y, sobre todo, querrá que no te vayas para tu casa con alguna duda sobre el cargo o la empresa. Si dices que tienes todo claro, y si no llega a ser así, no tendrás otra oportunidad de aclarar tus dudas.

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