Al momento de cambiar de empleo ten presente que deberás tener paciencia para adaptarte a tu nuevo ambiente de trabajo, a sus costumbres, a tus nuevos compañeros y tus nuevos jefes. El portal How Stuff Works, realizó un listado con recomendaciones de lo que debes hacer en estos casos para que el cambio no sea traumático.

Según se consigna, debes empezar por aprender lo más que puedas sobre la compañía en la que trabajarás. ¿Quiénes son los altos ejecutivos y cómo son los distintos departamentos y sectores en los cuales trabajarás? ¿Cuál es la historia de la empresa? ¿Quiénes son sus principales competidores? ¿Qué tendencias están afectando a la industria?

También es bueno saber con exactitud qué es lo que esperan de ti.

Una vez dentro de la compañía, es bueno escuchar que es lo que el grupo dice, según afirma el psicólogo Albert J. Bernstein en su libro "¿Soy yo el único cuerdo de trabajar aquí?". Los compañeros de trabajo "quieren que les muestren que usted valora la experiencia y el conocimiento del grupo", dice.

El ida y vuelta con tus pares, la retroalimentación es tan importante que de no darse, debes solicitarla. Puedes preguntarle a tu jefe: ¿Cómo lo estoy haciendo? ¿Cómo podría ser la realización de mi trabajo mejor? En caso de recibir críticas, acéptalas y tómalas con calma.

No será adecuado que hables acerca de cómo se hacían las cosas en tu antiguo puesto de trabajo. Es una gran tentación, pero un grave error.

No mientas. En caso de no saber cómo hacer algo, pregunta a alguien que te lo explique pero no mientas. Y ante todo reconoce tus errores, cuando esto suceda.

Haz preguntas y toma notas para recordarlas en el futuro. A la mayoría de las personas no les importa explicar el funcionamiento de la empresa y las tareas pero van a perder la paciencia si siempre haces las mismas preguntas.

Mantén informado a tu jefe sobre tus tareas para evitar que se lleve sorpresas y en caso de que haya en la firma un manual del empleado será bueno que lo leas y prestes mucha atención.