Para empezar, debes tener claras las metas que quieres alcanzar, después de ello, podrás destinar un tiempo para planificar cada acción que consideres importante para cumplirlas. Deja a un lado esos elementos que puedan causarte alguna distracción o pérdida de tiempo.
En primer lugar, anota los proyectos que quieres realizar y clasifícalos según el nivel de importancia (elije entre 7 u 8). Utiliza frases contundentes, por ejemplo, “Aprender a hablar inglés”. Realiza una búsqueda en relación al tema (costos, lugares, tipo de formación, etc…). ¡No olvides anotarlo en tu agenda!.
El factor “tiempo” es uno de los más confusos al momento de organizar alguna actividad y si hablamos de objetivos, se hace aún más complejo. Para mejorar este proceso, puedes utilizar un planificador que te permita saber qué cosas debes realizar cada semana o mes (según tus planes de acción).
No gastes tu energía en cosas que probablemente te demanden más tiempo del que podrías invertir en tus proyectos. Ser cuidadoso con las decisiones que tomas día a día te permitirá dar pasos firmes para la construcción de tus sueños. No gastes recursos en cosas que no sean relevantes o que por el contrario te aparten de tu camino.