El papel de las instituciones de educación superior IES ocupa un lugar relevante en el marco de las políticas nacionales que promueven el emprendimiento en Colombia (Ley 1014 de 2006, documento “Política de emprendimiento” del MinComercio 2009, Ley 1780 2016 y Conpes 3866/2016 de Política Nacional de Desarrollo Productivo). De hecho, en conformidad con el Compes 3866, se debe fomentar la creación de una cultura de emprendimiento caracterizada por creencias y valores compartidos en la sociedad colombiana, dónde el emprendimiento constituye un modo de vida (Contreras-Velásquez, Wilches-Duran, Graterol-Rivas y Bautista-Sandoval, 2017). 

En consonancia con lo anterior, las universidades colombianas deben convertirse a sí mismas en polos generadores de proyectos emprendedores que contribuyan a generar soluciones para los grandes retos que enfrentamos como sociedad y nación. Esto se puede realizar a través de tres estrategias diferentes. La primera, mediante la inclusión el currículo de asignaturas y espacios de aprendizaje que promuevan el desarrollo en los estudiantes universitarios de competencias de emprendimiento. La segunda, vinculando los proyectos de investigación con el desarrollo de productos y servicios que respondan a las necesidades reales del mercado.  La tercera, a través de alianzas con empresas del sector real de la economía, para desarrollar proyectos conjuntos que respondan a los retos empresariales y permitan la aplicación y transferencia del conocimiento que se genera al interior de las IES.

Formación de profesionales innovadores

En un mundo globalizado como el de hoy, caracterizado por una aguda competencia entre las organizaciones, por una revolución en las tecnologías de la información y la comunicación, además, de cambio continuo, el emprendimiento ha tomado un auge inusitado, al erigirse como una nueva forma de participación social y económica (Rusque, 2004, como se cita en Paz, Grau & Posso, 2014).    

En relación con lo anterior, las sociedades requieren emprendedores, los cuales pueden entenderse como aquellas personas que tienen la capacidad de innovar, esto es, crear valor agregado a un producto o servicio que responda a la satisfacción de una necesidad social o de mejorar una actividad dentro de una organización (Paz, Grau & Posso, 2014).

En este orden de ideas, el mundo actual y por tanto el contexto colombiano necesita profesionales innovadores, que se destaquen como líderes en sus ámbitos de actuación disciplinar, dispuestos a poner al servicio de la sociedad toda su capacidad creativa en la resolución de los problemas que nos aquejan.

Referencias

Contreras-Velásquez, J. C., Wilches-Duran, S. Y., Gratrerol-Rivas, M. E. & Bautista-

            Sandoval, M. J. (2017). Educación superior y la formación en emprendimiento,

 interdisciplinario: un caso de estudio. Formación Universitaria, 10 (3), 11-20.

Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/pdf/formuniv/v10n3/art03.pdf

Paz, M., Grau, J. & Posso, F. (2014). La formación de un profesional universitario