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Desórdenes de la Articulación Temporomandibular

Publicado, 11-07-2019

Dentro de los desórdenes de dolor orofacial más comunes encontramos las patologías relacionadas con la articulación Temporomandibular (ATM) y sus músculos asociados. Esta articulación está relacionada no solo con los músculos de masticación sino con la maxila, los dientes la cara y el cuello. Por ello es importante valorar al paciente en forma integral y no limitarse solo a la ATM. Esta articulación es responsable del proceso de masticar y tragar, y participa activamente en los procesos del habla y la respiración. Depende directa e indirectamente de las posiciones de la columna cervical y con ello de los músculos de la región posterior.

Es importante aclarar un concepto sobre la ATM, que la hace única con respecto a las demás articulaciones del cuerpo humano. Cada una de las articulaciones (derecha e izquierda) funcionan sincrónicamente, lo que quiere decir que ninguna funciona sin repercutir en la del otro lado. Cada una de ellas permite que se realicen los movimientos de rotación pura – movimiento de bisagra-, esto hace que se le llame articulación ginglimoidal. Este movimiento ocurre en el comportamiento inferior de la ATM o sea entre el disco articular y el cóndilo de la mandíbula. El otro movimiento que realizan las articulaciones es el movimiento de translación. Lo cual permite el desplazamiento del cóndilo de un sitio a otro en el espacio, dándole así la característica de articulación artroidal. Este movimiento se realiza entre el compartimiento superior de la ATM o sea entre la cavidad glenoidea y el disco articular. Es por ello que la ATM ha sido considerada como una articulación ginglimoartroidal dentro de la literatura.

La ATM está constituida por un cóndilo articular en forma ovoide siendo más ancho en sentido medial lateral. El cóndilo se ajusta a la cavidad glenoidea (fosa glenoidea) por medio de un disco articular interpuesto entre ambos componentes óseos. El disco articular es considerado como el tercer componente de la ATM y por ello ha recibido el nombre de articulación compuesta. El disco articular no es anatómicamente un menisco como lo han llamado en muchos libros. Es un disco en forma de ese itálica. El disco articular tiene tres porciones anatómicamente bien diferenciadas en sentido anteroposterior. Histológicamente es un disco avascular, constituido por tejido conjuntivo fibroso denso. El disco es una estructura muy importante ya que está encargado de distribuir las cargas oclusales y dispersar las fuerzas dentro de ella. El disco funciona como un amortiguado de la ATM, controlando la posición del complejo cóndilo disco cavidad glenoidea. Esta estructura es capaz de adaptarse y modificarse con la función. En su parte posterior está fijado mediante el ligamento retrodiscal, que se ha llamado también la zona bilaminar dada la presencia de dos tipos de tejidos en él. En la parte superior del ligamento retrodiscal encontramos tejido conjuntivo, con muchas fibras elásticas y en la parte inferior encontramos tejido conjuntivo laxo altamente vascularizado e inervado. En la parte anterior está fijado por fibras del músculo pterigoideo externo, mediante su haz superior. En la parte medial está fijado por el ligamento colateral medial o interno y en el polo lateral por el ligamento colateral externo.

Dentro de sus rasgos particulares esta articulación tiene un movimiento combinado de rotación y traslación durante su apertura, pero es una articulación única en el aspecto que posee un punto fijo de cierre que está dado por la oclusión (contacto dental) de las personas.

Las superficies articulares, también poseen unas capas histológicas muy particulares que son de gran importancia dentro de la función de la ATM.

 

  1. Zona articular (tejido conectivo fibroso denso).
  2. Zona de proliferación (células mesénquimales no diferenciales).
  3. Zona de cartílago fibroso.
  4. Zona de cartílago calcificado.

 

Es una articulación sinovial pues esta lubricada en todo su entorno por el líquido sinovial. El líquido sinovial (LS) es un dializado de plasma que es muy útil en la dispersión de las fuerzas articulares, transporta los metabolitos que se acumulan en la articulación y permite el intercambio de nutrientes entre sus componentes. El líquido sinovial va a depender de la concentración del ácido hialurónico. En condiciones fisiológicas el líquido sinovial tiene un bajo contenido en proteínas. Durante los procesos inflamatorios lo encontraremos invertido, es decir, habrá un alto contenido de ellas. Dependiendo de la concentración de los componentes del LS se podrán hacer los movimientos mandibulares libres de roce. Se reconocen dos tipos concretos de Lubricación:

 

  1. Lubricación límite.
  2. Lubricación en lágrima. 


La lubricación límite o hidrodinámica como también se le conoce es fundamental en el mecanismo de lubricación de la ATM. El líquido es impulsado de una cavidad no comprimida a otra que no soporta carga en ese momento impidiendo el roce. La lubricación en lágrima elimina la fricción en el momento en que la ATM se comprime como en el caso del apretamiento dental. Este tipo de lubricación absorbe y libera pequeñas cantidades de líquido sinovial en función de la presión a que este sometida. Si la carga disminuye el LS se reabsorbe y permite que el tejido recupere su volumen. Si aumenta la carga el LS fluye hacia afuera de la ATM. Esto quiere decir que la lubricación en lagrima tiene un efecto limitado a las cargas compresivas prolongadas. 

La inervación de la ATM proviene del nervio trigémino, tanto en su función motora como sensitiva. El nervio auriculotemporal inerva la ATM en la parte posterior, medial y lateral. Las ramas de los nervios masetero y temporales profundo inervan la parte inferior de la ATM. Esta irrigado por detrás de la arteria temporal superficial, por delante por la arteria meníngea media y por abajo por la arteria maxilar interna. El retorno venoso está dado por la vena temporal superficial y retromandibular y el drenaje linfático está dado por medio de los nódulos preauriculares y parotídeos. 

Los músculos masticatorios son los músculos maseteros, temporales, pterigoideo interno y pterigoideos externos. Los tres primeros son predominantemente para elevar la mandíbula (cierre). El músculo digástrico colabora con la apertura mandibular. El pterigoideo externo mediante su haz inferior colabora en los movimientos de lateralidad y protrusión y el haz superior del pterigoideo externo tiene como función estabilizar el cóndilo y el disco articular durante los diferentes movimientos mandibulares.

Los desórdenes de la ATM son la mayor causa de dolor en la región orofacial de origen no odontogénetico. Estos son un grupo de problemas musculares y esqueléticos que están asociados con el sistema masticatorio como también un grupo amplio de patologías que en su mayoría comparten sintomalogías semejantes tales como la presencia de dolor en el área afectada, normalmente incrementada durante la función, restricción en los movimientos mandibulares (apertura, lateralidades y protrusión), presencia de ruidos en la ATM y en una marcada sensibilidad a la palpación de los músculos o estructuras asociadas. Adicionalmente a estos síntomas se asocia la presencia de cefaleas, otalgias, alteraciones psicológicas y afectaciones sistemáticas (afecciones neurovasculares, neuropatías, otorrinolaringológicas). Debemos recordar a que este tipo de patologías se consideran de origen multifactorial y como tal deben ser tenidas en cuenta.     
Si quieres ampliar o profundizar tus conocimientos en ATM, te invitamos a dejar tus datos y nos pondremos en contacto con usted.

Tomad de: Patricia Schiemann. Dolor Orofacial, 2014, articulo desórdenes de la articulación temporomandibular, editora Patricia Schiemann.

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