Un currículo debe contener los datos académicos y la experiencia laboral con la que cuente el entrevistado, así como la información personal e intereses de forma clara y concisa. Actualmente, existen diferentes formatos, el que elijas puede hacer la diferencia en la vacante de tú interés.
Contar con un buen currículo es tener una excelente carta de presentación, que podría conducir a nuevas oportunidades laborales, implica un análisis detallado de cada punto, ya que es considerada tu carta de presentación. En este sentido, es necesario que pienses en la forma en la que esperas que te vean y por supuesto, la percepción que puedas dejar ante el entrevistador.
Esta labor puedes ser un poco engorrosa, por este motivo, te brindamos tres opciones para que elijas la que mejor se ajuste a tu perfil profesional y al tipo de vacante al que te desees postular. ¡Tú elijes!
1. Cronológico
Consiste en organizar la información de tal manera que se cuente el suceso más antiguo al más reciente. Este tipo de modelo está en desuso. Sin embrago se pude emplear de forma inversa, poniendo en primer lugar la experiencia más reciente.
Ventajas
• Formato tradicional y aceptado en la mayoría de áreas de recursos humanos
• Fácil de leer y entender
• Resalta la estabilidad laboral
• Describe las funciones y logros alcanzados
2. Temático o Funcional
Como su nombre lo indica, es un formato que le permite al aspirante organizar la información por temáticas, se centra en las capacidades y habilidades, por encima del historial laboral.
Ventajas
• Es recomendable cuando existen etapas de prolongación laboral
• Mayor flexibilidad para organizar la información de logros y habilidades
Desventajas
• No resalta el nombre de las compañías en la que ha laborado la persona
• Limita la descripción del puesto y sus responsabilidades.
3. Combinado o Mixto
Destaca de forma clara las capacidades, logros, experiencia y formación. Permite ser flexible y creativo, lo que te ayudará a impresionar y no pasar desapercibido.
Sin embargo, no es un buen formato para presentar en los lugares que solicitan formularios estándar, por ejemplo, portales de empleo web. Además requiere modificaciones para cada vacante a la que desees postularte.