Demuestra productividad: Procura iniciar con tu trabajo desde antes de que te lo pidan y no esperes indicaciones ni recordatorios. No obstante, si no estás seguro de lo que estás haciendo, no dudes en hacer preguntas.

Ten iniciativas propias: Las empresas siempre valoran a las personas creativas que son capaces de salir de la zona de confort. Por ello, al tener la mente fresca, podrás notar las fortalezas y debilidades de tu trabajo y así proponer nuevas ideas.

Conoce a la empresa: Estudia los objetivos que plantea la empresa y procura dirigir tu trabajo hacia las mismas metas. Así, tu desempeño podrá sumar al crecimiento de la empresa.

Adáptate a tu equipo de trabajo: No dudes en socializar con tu equipo y encontrar la manera de identificar qué rol ocuparías en el grupo para lograr un mejor desempeño en tu centro de labores.