Hoy en día, en muchos ámbitos empresariales se habla sobre la gran importancia en el servicio al cliente como elemento diferenciador en el mercado, ya que los productos, las tecnologías y los procesos, son factores más sensibles a ser imitados por la competencia. En este sentido, se destaca la capacidad de conocimiento del cliente y su relación con él, cómo pilar fundamental para construir una estrategia y un modelo de negocio ganador; pero a pesar de este entendimiento, son muy pocas las compañías que han empezado de manera sistemática a plantear el servicio al cliente como una estrategia de negocio que se oriente directamente al cliente.