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Universidad Externado de Colombia

"Vigilada Mineducación"

Cátedra Externadista de Asuntos Rurales

Publicado el: 14-05-2013

Cátedra Externadista de Asuntos Rurales

Con la apertura de la Cátedra Externadista de Asuntos Rurales, la facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia se propone ofrecer un ámbito privilegiado de análisis y de debate y, más allá de ello, de respuestas, que se convertirán en insumos absolutamente indispensables para la construcción de la paz en el país.

El programa busca rescatar del ‘agujero negro’, sacar de la ‘dimensión desconocida’ en que se habían colocado los asuntos agrarios nacionales en las últimas décadas, en virtud del proceso de urbanización, como si éste hubiera borrado de un tajo la realidad campesina y contribuir a sacar al campesino de su condición de ciudadano de segunda clase.

La Cátedra Externadista de Asuntos Rurales, que será coordinada por el economista Juan Manuel Ospina -quien ha dedicado gran parte de su vida al estudio de los problemas del campo colombiano- se adentrará en la ‘totalidad rural’ que no existe a espaldas de la ‘totalidad urbana’, por medio de una visión transdisciplinar que permita una comprensión renovada del viejo problema agrario. El programa será, además, la ‘semilla’ de la Maestría en asuntos rurales, que se abrirá en 2014.

Las discusiones de la Cátedra se irán nutriendo de talleres internos de la facultad, con participación de alumnos, profesores e investigadores, cuyas conclusiones servirán de materia prima para seminarios mensuales, públicos, con participación de expertos del Externado y de otras instituciones, que se adelantarán conforme a una agenda ya establecida. El primer gran tema se relaciona con las Zonas de Reserva Campesina y se desarrollará el próximo 15 de mayo.

“El propósito final de todo el proyecto, será ‘darle la palabra’ a la realidad para facilitar una aproximación más inductiva y más pragmática a los asuntos rurales”, señaló el coordinador.

Una realidad que conocen bien los gestores de la iniciativa, lo cual les permite no comenzar de cero, sino trabajar a partir de ‘sueños estructurados’, que esperan hacerse substancia con el favor de las circunstancias del momento.

¿Qué tal el siguiente panorama para la Orinoquía colombiana: “Familias campesinas asentadas con su casa y huerta casera para el ‘pan coger’, socias de un proyecto de agricultura comercial… en tierras de propiedad asociativa que trabajarían de manera compatible y complementaria con empresas agroindustriales de gran escala en encadenamientos o, inclusive, alianzas productivas, reguladas y supervisadas por el Estado, para evitar el viejo cuento de que ‘el pez grande se come al pez chico’?”.

El Cauca soñado tendría cabida para los indígenas, los negros, los empresarios y los campesinos en sus zonas de reserva, asumidas con vocación productiva para transformar las condiciones de vida de esas familias y comunidades, generar riqueza y facilitarles su ingreso a la clase media rural.

Los temas que abordará la Cátedra provienen de las principales discusiones que se dan en torno del problema agrario, como el reciente Foro de Desarrollo Rural; de los diálogos de La Habana y de la elaboración de la misma facultad. Entre esos puntos cruciales, se podrían destacar los siguientes:

-Las tensiones generadas por la minería, el caso más grave de capitalismo salvaje y en el que Colombia se juega su futuro y buscar la manera de armonizar minería, agricultura y medio ambiente.

-Carácter de las Zonas de Reserva Campesina, equiparables con resguardos y consejos comunitarios, para permitirles a las comunidades campesinas condiciones de protección y reconocimiento semejantes a las otorgadas constitucionalmente a indígenas y negros.

-Modernización del sector rural para superar la dicotomía entre el modelo feudal propio del pasado y el desarrollo agroindustrial, inspirado en el ‘capitalismo salvaje’, que no responden a las necesidades del desarrollo campesino.

-Estudiar la relación población/tierra disponible, actualmente inversa a la existente hasta hace medio siglo. “No hay tierra para tanta gente”.

-Procurar el renacimiento de la ‘vida veredal’ mediante la planeación con enfoque territorial que haga compatibles diferentes modalidades productivas y mejorar la calidad de vida integral de los habitantes del campo.

-En procura de la seguridad alimentaria, lidiar con la realidad inevitable de los tratados de libre comercio, al tiempo que garantizar la protección del empleo rural y la competitividad de una agricultura de pequeña escala.

-Considerar las ventajas de la agricultura tropical para hacerse a un nicho de mercado. Soslayar competencias en las que tenemos todas las de perder.

-Tecnificar la ganadería, y apoyar especialmente la de talla mediana para aprovechar el potencial ganadero que tiene Colombia en cerca de 6 millones de hectáreas.

-Resolver el futuro de las tierras productivas baldías adjudicables y afrontar los dilemas que éstas presentan; especialmente, evitar el enriquecimiento privado a costa de ‘fincas de engorde’.

-Modernizar la tributación rural y aprovechar las regalías.

-Reforzar la institucionalidad pública rural, en la que se den modalidades de participación comunitaria, pero dentro de una presencia fuerte del Estado.

Zonas de Reserva Campesina, tema de análisis académico en la Universidad Externado

Estas zonas son comunidades organizadas en un proyecto colectivo que supone la asociación de las familias que las integran. Trabajan con comunidades, no con copropietarios individuales. Están muy ligadas al concepto de vereda, que es la unidad básica de estructura de la sociedad rural. Tienen una interlocución con las autoridades y con el Estado para que haga presencia con sus políticas de desarrollo rural.

De esta forma Juan Manuel Ospina exdirector del Incoder (Instituto Colombiano de Desarrollo Rural) y expresidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), desvirtuó que estos territorios sean o se conviertan en ‘repúblicas independientes’.

En la consolidación de estas zonas, la gente lo único que pide es que les den la certeza y se les garantice la permanencia en el territorio y puedan ‘echar raíces’, explicó Ospina, quien ahora es docente investigador de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del Externado.

“Esto permite que estas familias consoliden su organización como comunidad, puedan establecer un sistema de trabajo, organización y planeación de su desarrollo de sus formas de vida y así puedan entrar a negociar con el municipio. La relación directa de las zonas de reserva campesina es con su municipio”, explicó el docente.

Agregó que la autonomía territorial no está en la lógica de las zonas pero sí buscan su consolidación como comunidades organizadas con vocería y capacidad de representación ante las instancias públicas, pues es una forma salir “de la para estatalidad en la que se han visto obligadas a vivir, pues si el Estado llega y las zonas ‘caminan’, las Farc salen de ahí, pues se insertan dentro de la acción del Estado y dejan de ser comunidades marginadas”, concluyó.

Las zonas de reserva campesina serán el tema de analistas y académicos de un foro que se llevará a cabo en la Universidad Externado de Colombia próximamente y es la primera de una serie de actividades académicas, que integran la Cátedra Externadista de Asuntos Rurales, donde se estudiarán temas sobre el desarrollo rural en Colombia. Participantes: Rafael Mejía, presidente de la SAC; Rubén Darío Lizarralde, presidente de Indupalma; César Jeréz, dirigente campesino, presidente del Comité de Impulso de las ZRC; Darío Fajardo, docente investigador, Universidad Externado de Colombia y Santiago Tobón especialista en temas rurales.

Moderador: Juan Manuel Ospina Restrepo, docente investigador, Universidad Externado de Colombia

Fecha:
15 de Mayo
Hora:
5:00 a 8:00 p.m.
Lugar:
E - 207

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