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La educación superior se configura como el camino principal hacia el desarrollo profesional de las personas, lo cual permite el incremento de las posibilidades de obtener un buen empleo y con ello mejorar la calidad de vida. Sin embargo, estudiar un pregrado o un posgrado requiere de una inversión financiera que desafortunadamente no está al alcance de todos.
Las cesantías son un tipo de ahorro obligatorio que los trabajadores tienen y que es aportado por el empleador, comúnmente utilizado por los colombianos para compra de vivienda y pagos de educación superior propios o de su familia.
A continuación, Roger Cabarcas, director financiero de la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB), indica los cinco pasos para invertir ahorros (cesantías) en la educación superior.
1. Comprender la importancia y el retorno financiero de la educación superior
Teniendo en cuenta que los ahorros son recursos económicos valiosos que ninguna persona desea poner en riesgo, debe existir la convicción de que la educación superior transforma vidas y que estudiar es una inversión con retorno infinito de beneficios.
Al respecto, Roger Cabarcas, afirma que:
2. Escoger el pregrado o posgrado que se desee realizar
Este paso es fundamental, ya que equivocarse en la elección del programa de estudio podría significar un mayor incremento en la inversión. Entonces, se recomienda que el futuro estudiante realice un taller de orientación vocacional que le permita conocer sus mayores fortalezas cognitivas de acuerdo con el área de conocimiento, sobre todo en un país como Colombia, que necesita personal altamente calificado para lograr la productividad de las regiones.
3. Elegir de forma correcta la institución de educación superior (IE)
Este es un paso tan importante como escoger el programa académico que se desea estudiar. Elegir la universidad es crucial, ya que las IES cuentan con diferentes características. Lo primero es realizar una investigación para determinar cuáles son aquellas que ofertan la carrera de interés para luego analizar la calidad de la educación ofrecida, la cual tiene en cuenta factores como cualificación de los docentes, investigación, internacionalización, posición de los egresados, entre otros.
Es importante resaltar, que, al momento de acudir a los rankings universitarios, se debe analizar con detenimiento si estos tienen en cuenta el indicador de calidad, ya que no siempre dichas clasificaciones cuentan con este criterio tan importante. Es decir, prestigio no es igual a calidad educativa.
4. Decisión de invertir los ahorros de manera inteligente en educación superior
En este punto, las personas deben reafirmar su decisión de invertir sus ahorros en educación superior, para lo cual es importante recordar que el retorno de la inversión (ROI) en educación superior se logra en un plazo inferior a 5 años, tasa de retorno que muy pocos proyectos de inversión podrían generar en se tiempo.
Además, si se trata de una persona que se encuentra laboralmente activa, conforme al paso de los meses laborados, nuevamente podrá seguir generando ahorros. “El ahorro de las cesantías se convierte en un fondo rotativo, porque, así como se invierte el dinero, así mismo se recupera”, precisa Cabarcas.
5. Realizar el trámite de pago de la matrícula
Hacerlo es muy sencillo, ya que los fondos de inversión han implementado mecanismos de retiro de cesantías de forma virtual con autorizaciones y desembolsos en tiempos cortos.
“La persona interesada en hacer el trámite solo necesita diligenciar el formulario dispuesto por el fondo de cesantías y adjuntar algunos documentos, como, por ejemplo, el comprobante de matrícula expedido por la universidad. De hecho, universidades como la UTB tienen convenios con fondos de cesantías para agilizar los trámites correspondientes”, manifiesta Roger Cabarcas.