Los participantes desarrollaron habilidades socioculturales y aprovecharon para acercarse a los adultos mayores residentes del barrio Egipto ubicado en la localidad de La Candelaria.

Durante el encuentro cada uno de los participantes hizo una intervención para dar a conocer su experiencia al haber compartido con dicha población.
Para Juliana, estudiante de Psicología, haber hecho parte de este proyecto es enfrentarse a historias y comportamientos poco usuales para un estudiante universitario, sobre los cuales se puede trabajar y aportar, no solo desde el punto de vista académico, sino personal.

“Lo mejor que me pudo haber dejado este voluntariado es que se ven cosas que ni en la vida académica, ni en la vida cotidiana podemos percibir. Si uno quiere aprender cosas nuevas, tiene que ir en busca de eso, los invito a que participen de este voluntariado y se den cuenta de cómo es esa realidad”, agregó Juliana.

Entretanto, Arnaud, un joven estudiante proveniente de Francia que llegó de intercambio a la Universidad, aseguró que participar en ‘Conocer dejando huella’ empezó con un sentimiento de curiosidad y se transformó en una experiencia que, al final, le demostró la importancia de romper las barreras y los estereotipos para conocer el lado más humano y emocional de los niños y adultos mayores a los cuales les sirvió con horas de lectura durante este periodo.

“Una de mis prioridades de ingresar como voluntario era tener interacción con los niños; me di cuenta de diferentes situaciones de delincuencia y violencia, entre otras, y descubrí las diferencias sociales que hay entre mi país (Francia) y Colombia. Sin embargo, me di cuenta que son personas muy humanas y con mucho cariño para entregar”, añadió Arnaud.

Por su parte, Elías Mendoza, director de la Fundación Buena Semilla, que se ha visto beneficiada con el proyecto que promueve la Universidad Externado, agradeció la labor de estos jóvenes, quienes día a día llevan conocimiento a las comunidades y dejan una huella que ayuda a formar el carácter y el futuro de los más pequeños.

“Estamos en una sociedad muy egoísta en donde no nos gusta dar sino recibir y eso es lo que entendemos de un voluntariado: solo dar. Pero lo que no saben, es que llegar a esta Fundación, que se abran las puertas y salgan decenas de niños a saludar, es recibir mucho. Son personas muy cariñosas, no tiene prejuicios y es en esa interacción en donde se dejan verdaderas huellas”, aseguró.

Por esta razón, la Facultad de Gobierno y Relaciones Internaciones, la Facultad de Educación y la sección cultural de la Biblioteca, elevaron una invitación para que los interesados en participar del proyecto en el 2018 lo hagan entre los meses de marzo y mayo.

Teniendo en cuenta lo anterior, desde el 15 hasta el 19 de enero se realizará una nueva presentación del voluntariado; con cifras y experiencias, se ofrecerán argumentos sobre la importancia de unirse a “Conocer dejando huella”. De este modo, en febrero se iniciarán las capacitaciones para garantizar una experiencia fructífera para la población del barrio Egipto y de la comunidad académica del Externado.