Vivas es una mezcla perfecta de salsa y paraíso tropical, en sus 17 años ha transcurrido entre Cali y Tumaco, la primera considerada ‘la sucursal del cielo’ y la segunda ‘la perla del Pacífico’. Nació en Cali donde vivió con su mamá y una tía. Cuando tenía once años tuvo que trasladarse hasta Tumaco donde sus abuelos, ya que su mamá no podía estar pendiente de ella porque debía dedicarse a trabajar para sostener su familia.

Instalada en Tumaco, empezó sus estudios en la Institución Educativa Santa Teresita, donde se destacó año tras año por su buen desempeño académico y su gusto por los números, algo que presagiaba su elección de carrera profesional, aunque no estaba segura de poder llegar a la Universidad por sus condiciones económicas, sin embargo, soñaba con hacerlo.

Aunque no vivió la violencia en carne propia, asegura que si sentía el temor de estar en un pueblo que tradicionalmente ha estado azotado por el conflicto armado y la delincuencia común, donde incluso había restricciones para salir de las casas en determinados horarios.

De su papá, quién fue asesinado hace ocho años, recuerda poco, solo que no respondió por ella y que incluso ni siquiera tiene los apellidos de él. Hoy en día, piensa que su padre no le hizo falta, ya que tuvo muchas “mamás” a su lado que le enseñaron a ser fuerte.

Su buen resultado en la Prueba de estado Icfes le permitió ser una de las beneficiarias de la segunda versión del programa Ser Pilo Paga del Gobierno Nacional y poder cumplir su sueño de acceder a la educación superior. Para Madeleine, fue una alegría total, escogió Ingeniería Industrial en la Universidad Icesi, y espera ser la primera ingeniera de la familia.

“Escogí Icesi por su calidad académica y porque veía que siempre estaba entre las mejores universidades del país y como la mejor del sur occidente. Tuve una buena experiencia durante primer semestre, obtuve un promedio de 4.09 a pesar de que fue un gran cambio pasar del colegio a la Universidad, pero la exigencia me ha permitido adquirir más responsabilidad, dedicación y compromiso. Además, el ambiente es genial”.Afrimó
“Ha sido mucho esfuerzo para estar donde estoy, me siento muy feliz con la Universidad y con mi carrera, y con tener el apoyo de mi familia. Mi abuelo me dice: usted ya sabe al barco en el que se montó, no se vaya a bajar de ahí, siga naufragando, al igual que mi mamá me enfatiza: no se deje desanimar, es el inicio de un gran sueño que a largo plazo traerá muchos beneficios”.Expresó

La Universidad Icesi es la institución de educación superior en el Valle del Cauca que tiene más “pilos”, en total 821. Además de los beneficios que les otorga el gobierno nacional, Icesi les brinda almuerzo diario durante toda la carrera, acompañamiento académico, un auxilio de cinco salarios mínimos para una experiencia internacional y el préstamo de libros básicos de la carrera.