Debido a la bella sencillez de su flor, abundancia y peculiar capacidad de crecimiento, la Universidad ha hecho de las raíces de esta planta una representación de su pertenencia a la tierra; de su flor, un arquetipo de la fecundidad del intelecto humano y la promesa de un fruto futuro; y de su ramaje, una imagen consolidada de la unión de nuestro quehacer al gran árbol común de la sabiduría.

El curubo ─como también es conocida esta planta─ también fue adoptado como el principal referente de la Institución para comunicar sus rasgos diferenciales, el carácter profundamente colombiano de su proyecto educativo y la pertinencia del saber que su comunidad construye a partir de la realidad.

De acuerdo con su Proyecto Educativo Institucional, la Universidad viene desarrollando procesos de transformación y de mejoramiento continuo para trazar su crecimiento, consolidarse dentro de las exigencias de su entorno, responder a las demandas de la educación superior y afianzar sus funciones de formación, investigación e interacción social.

En virtud de lo anterior, y dando continuidad al significado de este símbolo, durante la inauguración del primer edificio del Proyecto Campus, el Dr. Rafael Santos Calderón, rector de la Universidad, manifestó:

“Para expresar de manera emblemática la perspectiva renovada de nuestra Institución, la simbiosis que esperamos consolidar entre la comunidad unicentralista y el proyecto educativo alrededor del cual nos movilizamos, el Departamento de Comunicación y Publicaciones diseñó un símbolo sencillo, pero entrañable, que se aúna a la orgullosa consiga ‘YoAmoUC’, de la que ya nos hemos apropiado con gran afecto, y que se sirve de la figura del colibrí Ensifera ensifera, llamado comúnmente picoespada, conocido por alimentarse de flores con corolas largas como las de la Passiflora tripartita mollissima, es decir, las del árbol del curubo que identifica a nuestra Institución y forma parte de su logosímbolo”.

De esta manera, y en vista de la asociación de esta ave con el curubo, de su gran valor para la fauna y la biodiversidad colombiana; de su carisma, en tanto especie admirada y protegida por las personas; y de su prestancia en la intención de construir un proyecto de ciudad y país ecológicamente viable, productivo, democrático, plural y solidario, tal como lo plantea la misión de la Universidad Central; el colibrí se presenta como un nuevo símbolo del quehacer institucional.

“Las relaciones mutualistas que estas pequeñas, irisadas y carismáticas aves, representativas de la biodiversidad de la Sabana de Bogotá, establecen con las flores que polinizan, son una evocación de nuestro deseo de construir una cultura nueva de respeto a la naturaleza, un signo de nuestro compromiso con la preservación de la vida y una bella manera de expresar la armonía y sana convivencia que buscamos alcanzar en nuestro claustro y en el entorno”, recalcó el Dr. Santos