“Esta iniciativa busca promover el consumo de huevo y pollo como alimentos de bajo costo y alta calidad nutricional, la adquisición de estilos de vida saludable y la presentación de alternativas más nutritivas y variadas que las que suelen usar en su dieta diaria”, expresó Natalia Zuluaga Arroyave, docente de la Facultad.

Además de los conocimientos nutricionales, estos talleres han impactado en la parte emocional de los niños, pues han conocido instalaciones que ellos pensaban que solo existían en la televisión y han aprendido dinámicas como el trabajo en equipo.

En los talleres se elaboran platos sencillos y creativos como pizzas, comida mexicana, entre otros, donde los mismos niños son quienes elaboran las preparaciones en su totalidad, usando ingredientes de alto valor nutricional y de costos asequibles considerando el estrato socioeconómico de los mismos.