Causar una buena impresión desde el proceso de selección hasta los primeros meses de trabajo, sin duda, es una labor que requiere de tiempo y dedicación.
A continuación desarrollaremos algunos puntos para que evites pasar un mal rato y que por el contrario, llegues muy preparado y con la mejor actitud para entablar una buena relación con tus compañeros de trabajo.
• Puntualidad y recepción
Es sin duda un punto a favor para cualquier novato. Llegar puntual en tu primer día, proyecta la imagen de un profesional atento y responsable.
Recuerda mostrarte atento a las sugerencias que te puedan brindar tu jefe, compañeros de trabajo o directivos. Este es un punto clave para el éxito.
• Usa tus modales
Recuerda que una persona educada siempre será bienvenida y aceptada fácilmente. Así que presentarse de forma cordial, saludar a todas las personas, sin exagerar o sobreactuar son pequeños actos que serán muy bien valorados.
• Presentación personal
Un as bajo la manga, así catalogan los expertos la apariencia personal. Por esto, recuerda vestirte de acuerdo al cargo a ejercer y a la empresa en la que vas a laborar.
En el caso de las mujeres, se recomienda evitar faldas cortas y escotes, en pocas palabras, utilizar un vestuario cómodo y sencillo que no llame la atención.
• Lenguaje no verbal
Según expertos en el tema, el 93 % de lo que decimos es no verbal, por lo tanto es conveniente cuidar lo que transmites con tu cuerpo y por supuesto, con los movimientos que realices.
• Disposición
Cada trabajo trae un nuevo aprendizaje, toma nota de cada aspecto que sea fundamental para realizar tus labores y no temas preguntar por los puntos que no sean tan claros.
• Comunicación
Intenta entablar conversaciones con los miembros de tu equipo, pon el tema de conversación y deja la timidez a un lado.
Una buena impresión impacta en tu futuro y en tu carrera dentro de la compañía, aunque no lo parezca. Recuerda que tú eres quien puede hacer de tu lugar de trabajo un mejor espacio para convivir.