Seguramente habrás mencionado o por lo menos has pensado en decir las siguientes frases en una entrevista de trabajo. Para evitar cometer errores y manejar de forma adecuada este momento tan crucial en la búsqueda de un empleo, realizamos un listado de diez frases que de ahora en adelante descartarás.
1. “Mi exjefe era terrible” - “La situación en mi anterior empleo era desgastante”
Este tipo de información mide el grado de confidencialidad que es capaz de manejar. Por lo cual si es innecesario divulgar la información de la compañía en la que laboras actualmente o en la trabajaste.
2. “Puedo contarle que en mi actual empresa tuvimos “x” problema”
El revelar algún dato de tipo financiero, o de la cultura organizacional de la misma, no habla bien del manejo de la información que puedas tener. Nunca es bien visto mencionar aspectos confidenciales de la compañía.
3. “Necesito un cambio en mi vida, busco nuevos horizontes”
En este punto, el entrevistador tiene en cuenta el contexto personal y profesional del candidato. Buscar nuevas oportunidades y retos a nivel profesional ¡No es malo!. Sin embargo, cuando no se identifica claramente un plan de vida, se traza una delgada línea que le permite al reclutador llevarse una idea de lo que quiere y espera el candidato en su vida.
4. “La compañía no valora mi trabajo, mejor dicho ni me pagan lo que realmente merezco”
Una de la frases más mencionadas por los aspirantes, sin duda alguna, así mismo es calificada de forma negativa, puesto que refleja un tono de protesta e inconformismo. Por lo que podría a pensar al entrevistador en una situación similiar y en la que tú podrías enfrentar apático.
5. “Tengo que hacerlo todo solo, estoy sobrecargado de trabajo”
Aunque no lo creas, al expresarte con desespero sobre determinada situación que tuviste que enfrentar, le demuestra al entrevistador tu incapacidad de manejar nuevos proyectos o quizás de asumir una mayor responsabilidad.
6. “Realizo la mayoría de labores de mi jefe”
Problemas de frustración, así lo asumiría el entrevistador, verá en ti una persona que tiene recelo por no alcanzar algún cargo de tipo directivo y con la cual no se puede contar en situaciones que impliquen trabajo en equipo.
7. “Busco el cargo que realmente merezco y por supuesto que me paguen bien”
Sean dos o tres años de experiencia profesional, no quiere decir que seas la persona apta para ser ascendida, en muchos casos, los jefes evalúan cada detalle de la personalidad de sus colaboradores, además de las aptitudes que demuestre.
8. “Existen empresas que sí valores a sus colaboradores”
Jamás utilices este argumento para negociar con el entrevistador. Es claro, que realices un sondeo de la situación actual de campo laboral, así como de los rangos salariales que se manejan en el área. De esta manera tomarás un decisión basada en la realidad y no en las “mejores” oportunidades que debes tener.
9. “No recomiendo a ninguna persona que trabaja conmigo, les hace falta más experiencia “
Tan pronto menciones este argumento, la persona encargada del proceso asumirá que eres una persona con fallas en el trabajo en equipo y el liderazgo, y por ende serás una persona que no cultivará éxitos en la organización.
10. “Nunca respetan el horario laboral, así que no trabajo después de mi hora de salida”
Es cierto, no está bien que las personas se llenen con más trabajo del que diariamente realizan. Pero, en una situación inesperada en la que tú presencia es necesaria, la empresa cuenta con tu apoyo para dar un poco más.
Puede que más adelante tus esfuerzos se vean remunerados de alguna forma, bien sea un reconocimiento, un pago extra o un voto de confianza para adelantar nuevos proyectos.