Algunas investigaciones han comprobado que la regla del 52-17 o la regla del 25-5 pueden darle un mejor rendimiento y actitud en el trabajo.
Un experimento realizado por el grupo Draugiem Group, especializada en redes sociales, comprobó que sus trabajadores con mejor rendimiento, fueron aquellos que solían tomar periodos frecuentes de descanso. En cambio, otros trabajadores que tomaban más tiempo, incluso pasando las 8 horas laborales, no llegaban al mismo rendimiento que los empleados que se tomaban menos tiempo en terminar sus actividades del día.
Finalmente, comprobaron que estos trabajadores tomaron 52m de trabajo seguido y luego descansaron por 17m, creando un intervalo de trabajo que resultó ser efectivo para su rendimiento. Es así como nace la regla del 52-17 para mejorar el desempeño laboral.
Desde el punto de vista médico, permanecer sentado por más de 8 horas seguidas no es bueno para nuestra salud, ya que puede afectar nuestra circulación, producir problemas de columna, además de afectar nuestra vista y aumentar los niveles de estrés.
Por otro lado, nuestro cerebro no puede permanecer concentrado por 8 horas seguidas en un mismo punto, es posible que esta sea una de las principales causas del bajo rendimiento, ya que al perder concentración, nos toma más tiempo terminar algunas tareas.
Otra regla, que lleva el mismo concepto, es la del “Pomodoro” o tomate, que propone un intervalo de 25-5, es decir, mantenerse concentrado por 25 minutos y luego descansar 5 minutos. Esta idea fue evaluada por consultor italiano, Francesco Cirillo.
Ambas técnicas pueden ser aplicadas en oficinas o en contextos en donde cada profesional pueda administrar sus horas trabajo de forma autónoma, ya que existen otras labores en las que estas técnicas no podrían ser aplicadas, como en el caso de los doctores, el trabajo policial, los abogados, el trabajo comercial, de transporte, entre otros que dependen de otras variables para el manejo de su tiempo, sin embargo, también cuentan con periodos de descanso.
Cabe resaltar que, el hecho de imponer esta regla en una empresa y monitorear su cumplimiento, puede ser contraproducente, ya que no todos pueden responder de la misma forma ante estas técnicas. Es recomendable que cada persona evalúe los intervalos de descanso que mejor se amolden a sus necesidades y le den el mejor rendimiento.