El Mindfulness o atención plena es la filosofía de vida que dota a las personas de un mayor bienestar y de una forma de comportarse mucho más adaptativa y productiva. Aplicarlo a la vida laboral podrá traer múltiples beneficios.
El mindfulness es una práctica que genera efectos que repercuten positivamente en las organizaciones y la productividad. Consiste en un entrenamiento que permite acabar con la dispersión de la mente, la cual siempre se encuentra divagando entre el pasado y el futuro y nunca centrada en el presente.
Detente y observa
Cuando no te sientas concentrado, trata de detenerte, respirar y observar lo que ocurre en el cuerpo en ese mismo momento. Ver qué te está pasando por la cabeza y qué sentimientos tienes.
Quizá tienes hambre, estás cansado, tu mandíbula está apretada, etc. Céntrate en esto durante un momento y luego continúa con la tarea que estabas haciendo.
Dar un paso atrás
Esta es otra forma de observar. Salir de nuestra propia mente y observar los pensamientos, pero no desde dentro, sino como un espectador, desde fuera. Ello te permitirá entender lo que estás sintiendo con una perspectiva aún mayor.
Volver al aquí y ahora
Se recomienda programar una alarma tres veces al día que nos lleve de nuevo al aquí y ahora. Habría que parar, hacer tres respiraciones conscientes y continuar con la tarea. Podrá ser un momento para enfocarte en ti mismo.
La cuarta actividad consiste en realizar 40 respiraciones, contando cada una al exhalar. De esta manera se practica la respiración consciente y la mente se relaja.
Aceptar nuevos pensamientos y emociones
Continuamente llegan nuevas emociones, ideas y sensaciones. Sean buenos o malos, deben ser atendidos y observar las emociones nuevas que lleguen a tu cuerpo.
La práctica de la atención plena beneficia al capital humano de una empresa y a su bienestar, y por tanto su productividad y rendimiento.