Si sientes que tu cuerpo no acompaña con firmeza las ideas que transmites, probablemente debas mejorar algunos aspectos en tu lenguaje corporal. Notarás la diferencia en tus próximas conversaciones.
No bajes la mirada cuando tu interlocutor te habla
La persona con la cual te comunicas debe sentir que está siendo escuchada. De manera que, bajar la mirada al hablar hará notar que estás perdiendo la confianza o seguridad.
Procura llamar a la gente por su nombre
Podrás mandar un mensaje potente y seguro, si llamas a tu interlocutor por su nombre. Proyectarás una personalidad fresca y segura en tus oyentes. Además, permitirá que la comunicación sea más directa.
Modula tu tono de voz
Ser empático demanda una total atención con tu interlocutor. Podrás generar una verdadera empatía , si modulas tu voz a un nivel en el que se entienda mejor el discurso que estás dando. Desde la voz, podrás transmitir sentimientos de enojo, calma o tristeza.
Camina despacio y seguro
Evita andar encorvado o con las manos ocultas. Es preferible que endereces la espalda, mires al frente y utilices las manos de manera controlada para que se muevan con lo que estás diciendo. Además, caminar despacio y seguro mostrarás firmeza y seguridad.
Mide la distancia con tu interlocutor
Procura no estar tan cerca, ya que puede ser una actitud invasiva. No obstante, estar muy lejos de tu interlocutor llevará a que el mensaje tenga problemas para ser transmitido y entendido.
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