Los estudiantes de Arquitectura deben ser personas con capacidad de síntesis y visión espacial, que organicen y planifiquen su trabajo y que sean capaces de desarrollar pensamientos lógicos.
La arquitectura es una carrera vocacional, por lo que requiere pasión de los alumnos, así como creatividad, imaginación, de fantasía. El arquitecto es un artista y debe ser sensible a todo lo humano, para poder traducirlo en su obra.
La vocación y la creatividad, no pueden enseñarse, deben ser desarrolladas.
El arquitecto se comunica por medio de imágenes, lo que implica que tendrá aptitudes para la representación gráfica y volumétrica, lo cual exige entrenamiento. Esto significa que en las escuelas de arquitectura se impartan clases de dibujo, a mano alzada, técnico, o con programas de software. Sin embargo, el uso de la tecnología no sustituye el dibujo del arquitecto, sino que le facilita una herramienta para llevar a cabo sus fantasías.
La instancia fundamental en la formación del arquitecto está dada en el taller de arquitectura, donde el estudiante desarrollará proyectos arquitectónicos y urbanos, en los que diseñará los diferentes componentes, de modo similar a como lo haría en un proyecto real.
Es necesario que los futuros arquitectos tengan destrezas y/o habilidades en: