La adopción del enfoque de género para el reconocimiento de las desigualdades de género presentes en la organizaciones a partir del abordaje de distintos ejes temáticos que permita la construcción de estrategias y propuestas para generar espacios organizativos incluyentes.

- Análisis con enfoque de género para la desnaturalización de las relaciones desiguales entre los géneros en los imaginarios, roles y comportamientos en contextos sociales y/o laborales.

- Formulación de propuestas y estrategias para la transformación de contextos sociales y/o laborales desiguales en espacios incluyentes y pluralistas.

MÓDULO I. PROCESO PARA LA SELECCIÓN DE PERSONAL

La paridad en las organizaciones es todavía un objetivo por cumplir. Por tanto, es importante que la igualdad de oportunidades en las organizaciones se dé para todas las personas independientemente del género, edad o nacionalidad; trabajar por la equidad en los procesos de reclutamiento y selección implica que se garanticen las mismas oportunidades para las mujeres y hombres en el acceso a un puesto de trabajo y se impide que la presencia tanto de unos como de otras se vea limitada. Así las organizaciones tienen más posibilidades de contar con perfiles competentes no sujetos a estereotipos de género.

MÓDULO II. COMUNICACIÓN NO SEXISTA Y LENGUAJE INCLUYENTE

El lenguaje es parte de la representación de la sociedad y de la cultura en la que vivimos (Halliday, 2001). Al encontrarnos en una sociedad que sigue menospreciando el papel de la mujer, el lenguaje termina siendo el medio y el fin con el que se tiende a discriminar a las mujeres. Algunas expresiones hacen que el hecho de ser mujer sea algo negativo, reiterando patrones de violencia. Por lo tanto, es necesario cambiar el lenguaje dentro de las organizaciones, entendiendo que este se puede integrar de forma natural y sin entrar en conflicto con el uso apropiado de las normas gramaticales. Además, permite la ruptura de las nociones sexistas reforzadas habitualmente por el lenguaje no inclusivo.

MÓDULO III. PREVENCIÓN, DETECCIÓN Y ATENCIÓN DEL ACOSO SEXUAL, DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIAS BASADAS EN GÉNERO EN EL LUGAR DE TRABAJO.

Asistimos en la actualidad al surgimiento y al desencadenamiento de una serie de manifestaciones y movilizaciones sociales que denuncian y rechazan la violencia de género y el acoso sexual. El movimiento que surgió en redes a través del hashtag #Metoo (“yo también”) reveló la insólita dimensión del acoso sexual perpetuada contras las mujeres en todas las esferas sociales. La Ley 1257 de 2008 define la violencia de género como cualquier acción u omisión, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer. En este sentido, es necesario que las organizaciones adopten protocolos diferenciales para la detección y atención de situaciones de violencia de género y acoso sexual, como también acciones para su prevención.

MÓDULO IV. CONCILIACIÓN DE LA VIDA PERSONAL, FAMILIAR Y LABORAL CON CORRESPONSABILIDAD

Los roles de género han significado una asignación de las cargas y actividades del cuidado principalmente en la mujer. Según la última encuesta del DANE (2020), el 90% de las mujeres participan en las actividades del cuidado, lo que representa aproximadamente 7 horas y 14 minutos diarios en comparación con los hombres, que destinan en promedio 3 horas y 25 minutos por día y solo 62% de ellos participan en la provisión de este trabajo. La desigualdad en la distribución de cargas del cuidado, tiene implicaciones en los desempeños individuales y colectivos y en la participación de las personas en las distintas esferas de su vida social: en el mercado laboral, en espacios de formación académica, en prácticas y rituales de autocuidado o en actividades para el ocio y la recreación. Los tiempos invertidos en las actividades del trabajo doméstico no remunerado y del cuidado, limitan la posibilidad de participación en estas otras esferas. Es por ello imprescindible que en las relaciones laborales entre pares, se lleve a cabo un ejercicio de sensibilización y concientización, para la conciliación de la vida personal, familiar y laboral con corresponsabilidad, reconociendo las desigualdades de género y aspirando a su transformación.