Proporcionar lineamientos al personal de enfermería frente al cuidado del adulto con las enfermedades neurológicas más prevalentes, con el fin de brindar herramientas para la toma de decisiones en el ejercicio de la práctica clínica.
¿En qué consiste?
El envejecimiento de las poblaciones en escala global y el aumento de la expectativa de vida guardan relación con el aumento de la prevalencia de muchas condiciones no contagiosas, crónicas y progresivas, entre ellas los trastornos neurológicos. Por su parte, los avances de la medicina moderna para prevenir la mortalidad también han aumentado la frecuencia y la gravedad del deterioro atribuible a dichos trastornos.
El enfoque de la Carga Global de la Enfermedad (CGE) permitió demostrar que los trastornos neurológicos causan una carga considerable, consecuencia de ciertas condiciones no transmisibles, como las enfermedades cerebrovasculares, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, así como de condiciones transmisibles como la meningitis y algunos tipos de encefalitis. Dicho lo anterior, los trastornos neurológicos como grupo causan una carga mucho mayor que las enfermedades digestivas, las enfermedades respiratorias y las neoplasias malignas.
Lo anterior ha planteado un panorama de oportunidades importantes para el cuidado y la necesidad manifiesta de desarrollar habilidades y competencias específicas, clínicas, administrativas, de promoción y de educación, para restaurar o crear una calidad de vida aceptable para las personas que sufren de secuelas producidas por trastornos neurológicos, toda vez que muchos de estos trastornos afectan el funcionamiento del individuo y resultan en discapacidades o en una limitación de sus actividades y en restricción de su participación.
El conocimiento especializado en enfermería como respuesta a estas necesidades, permite poseer un cuerpo único de conocimientos y habilidades y brindar cuidados enfocados a pacientes con problemas específicos, a través de una práctica avanzada.