Docentes, estudiantes e investigadores se dieron cita en el auditorio Nicolas Guillen, para escuchar las disertaciones de la experta sobre cómo los estilos de pensamiento afectan la capacidad para desarrollar la inteligencia emocional, la construcción y gestión de las relaciones, la comunicación, lidiar con el estrés y la gestión del tiempo, resolver los conflictos, acoger en lugar de resistir el cambio, e interactuar funcionalmente en grupos con diferentes dinámicas.
Se identificaron, además, áreas que necesitan ser mejoradas y se desarrollaron medidas de aplicación práctica para lograr un cambio positivo en estas áreas.
Según explicó Claudia Molina Peñaloza, directora del Proyecto de Doctorado en Administración el propósito de esta conferencia fue mediar un espacio de reflexión del liderazgo en la práctica profesional con el apoyo y análisis de otras perspectivas, conocimientos y experiencias que permiten contribuir en la construcción de un clima organizacional saludable.