Al hablar de los procesos de reciclaje pensamos en los conocidos, pues reciclamos con fines económicos, de utilidad a largo plazo, esta debería ser una actividad realizada por personas capacitadas y en empresas o industrias creadas para ello, y prácticamente nunca nos detenemos a pensar en este concepto como un sistema de agentes ambientales que siempre han estado presentes en nuestro diario vivir, pues es gracias a los ciclos biogeoquímicos que estamos aquí, se renueva todo un sistema que nos sustenta y donde los seres humanos al ser cada día más y con mayores exigencias al medio ambiente dejamos de lado y simplemente no le atendemos como se debiera.

Como ejemplo de ello, el agua en su ciclo se evapora de mares, ríos, lagunas, etc., al subir a la atmosfera se condensa y cuando se satura se precipita nuevamente al suelo en forma de lluvia, donde vuelve a iniciar el proceso, el cual favorece la limpieza de la misma. Por esta razón, desde los procesos educativos debemos concientizar sobre el hacer parte de los ciclos de reciclaje que deben vivir los diferentes objetos, materiales y artefactos que hemos construido o que simplemente nos llegan a las manos.

Debemos tener la capacidad de funcionar e incorporar en nuestro diario vivir los diferentes sistemas de reciclaje que se han ideado, teniendo claro que estos favorecen la vida humana en sociedad y a la vez respaldan los procesos de reciclaje propios del planeta. Por esta razón y conmemorando del Día Mundial del Agua debemos tener presente que todo lo que bebemos, comemos y desechamos tiene en su composición agua o va a entrar en contacto con esta en algún momento y al hacer contacto puede afectar su ciclo natural, lo cual conllevará a una disminución de su calidad.

No debemos olvidar que el agua en el planeta ha sido la misma durante cientos de año y que nosotros requerimos de ella en nuestras diferentes actividades y luego de ser usada regresa al medio ambiente en la mayoría de los casos sin tratamiento, aumentando los dificultades que en la actualidad se presentan en el ciclo y que disminuyen su potencial uso en las diferentes actividades naturales y humanas.

Es importante comprender que la mayoría de nuestras actividades diarias se relacionan con el agua y estas deben estar encaminadas a acciones que mejoren su calidad y deben estar marcadas no solo por actos de reciclaje o llamados de atención, debemos ser conscientes de la necesidad de una educación ambiental que permita a todos los miembros de la sociedad aprender la importancia del recurso, de sus cuidados y de las necesidades que tenemos cada uno de este, sin dejar de lado las responsabilidades con nosotros mismos como sociedad y como actores dentro de los procesos biogeoquímicos que nos han permitido estar en la tierra.

Finalmente, somos el producto de todo un sistema de reciclaje milenario que ha permitido nuestra existencia, la calidad de los productos y diferentes elementos de la naturaleza que estaremos consumiendo estará mediada por el mismo proceso de reciclaje, cuidado y mantenimiento que enseñemos desde la educación ambiental para que cada ser humano aplique, fomente y perfeccione con el tiempo.

Escrito por: Gloria Guevara, docente de la Facultad de Ciencias Naturales - Universidad Icesi