Te traemos algunas directrices para que esa presentación a la que tanto le temes sea todo un éxito y de paso, una buena experiencia para ir superando los miedos.

• Hablar pausado y con calma

Si tu discurso se nota con un tono flojo o en el caso contrario, no se entiende por la intensidad de la pronunciación, puedes estar cometiendo un error; sabemos que cuando realizamos una presentación queremos terminar lo más pronto posible. Recuerda que este tipo de actitudes demuestran inseguridad y desconocimiento del tema del cual estemos hablando.

• No te escondas

Los objetos que encontramos en un aula de clases pueden servir de apoyo para tus sustentaciones, sin embargo, pueden ser un arma de doble filo, el hecho de que te escondas detrás de un escritorio, o te dediques a mirar el tablero o la presentación que tengas proyectada, generará que el público se disperse y pierda la idea de la que estás comentando.

• Mantén una actitud positiva

El hecho de concentrarse en el miedo o en la incomodidad que nos produce estar frente a un auditorio, puede que te reste conocimiento y credibilidad. Así que mientras más tranquilo y sereno te muestres, obtendrás la atención deseada.